Redundancia, el respaldo que las empresas necesitan
Como ya sabemos, esto es posible gracias a que la redundancia proporciona rutas de datos alternativas cuando se produce un fallo de enlace.
Los usuarios de internet solo quieren tener una buena experiencia, que las páginas carguen rápido, que siempre haya conectividad, en conclusión, que todo fluya y fluya bien. Pero cuando se presenta un problema, tal vez no entienden el por qué y comienzan a “adivinar”, si es la velocidad o si necesitan más ancho de banda.
Solo para que quede claro, refresquemos los conocimientos. El ancho de banda es la cantidad de información o datos que se envían o reciben a través de una conexión de red en un tiempo determinado.
Por su parte, la velocidad de transferencia, es básicamente la rapidez con la que se pueden comunicar dos dispositivos digitales mediante un sistema de transmisión de datos -que están representados en bits por segundo-.
Ambas tienen su relación. Imaginemos que necesitamos apagar un fuego y buscamos una manguera. Para apagar el fuego necesitas una manguera de gran volumen para que salga más agua por ella, ¿cierto? Pero otro factor es la presión. No podemos confundir el volumen de esa manguera (la cantidad de agua que sale) con la presión de la misma (la rapidez), a mayor presión más rápido saldrá el agua.
Esto mismo lo podemos llevar a las telecomunicaciones. El ancho de banda es “la manguera”. Cuanto más grande sea la manguera, más información podrá ser pasada a través de ella. El ancho de banda es como una tubería por donde pasa la información en bits.
La velocidad es la presión, mide el tiempo que tarda un host o un servidor en poner en la línea de transmisión el paquete de datos a enviar. Cuanta más información se necesite enviar, más habrá que aumentar el ancho de banda.
Las empresas deben considerar varias variantes al momento de contratar el servicio de internet y cuánto ancho de banda necesitarían: calcular cuántos empleados accederán a la red a la vez y los requisitos de ancho de banda para cualquier aplicación que utilicen.
Si tu empresa usa aplicaciones de servicios que requieren de altas velocidades, entonces puedes reducir la latencia de la red para mejorar la velocidad en la que los paquetes de datos se mueven cuando tienes mucho ancho de banda disponible.
Así que, si cuentas con un sitio o página web que tiene bastante tráfico de información y tu ancho de banda es limitado, lo más probable es que el flujo de datos se reducirá, por consiguiente, la velocidad de transmisión disminuirá y muchas conexiones nuevas entrantes quedarán por fuera del flujo, lo cual terminará como una falla de la salida de la información o lentitud del servicio.